Un músculo artificial podría devolver la capacidad para pestañear que perdieron las personas que sufrieron algún tipo de daño neurológico, aseguró un equipo de cirujanos de Estados Unidos.
La capacidad para pestañear es muy importante ya que mantiene la buena salud visual. Limpia la superficie ocular y distribuye las lágrimas en la córnea, la estructura transparente ubicada en la parte de adelante de los ojos. Si la cornea no cuenta con la lubricación adecuada, comienza en poco tiempo a sufrir daños (úlceras) que pueden, en el peor de los casos, llevar a la ceguera. Este riesgo es muy alto en las personas que dejan de pestañear por causas como cirugías faciales, parálisis faciales, infartos cerebrales u otro tipo de daño neurológico.
Los investigadores del Centro Médico UC Davis sostienen que su músculo artificial podría servir para restaurar el parpadeo pero, también, para devolver la sonrisa a las personas con parálisis facial y para recuperar el control de esfínteres en quienes lo perdieron. Esta es la primera vez que se usa músculo artificial en seres vivos. Hay muchas ideas y conceptos en los cuales esta tecnología podría tener un rol importante, dijo Travis Tollefson, uno de los cirujanos que participó en el estudio.
El parpadeo artificial
Tollefson y su equipo están desarrollando el llamado músculo artificial polímero electroactivo (por sus siglas en inglés EPAM, electroactive polymer artificial muscle). Este material, formado por sílice y guías de electrodos, se expande y contrae en respuesta al voltaje que recibe, actuando de manera similar a un tejido muscular humano.
Los cirujanos probaron su método en cadáveres. Usaron tornillos de titanio para sostener el músculo artificial en los párpados, y lo activaron con una batería similar a las ya usadas en los dispositivos para el oído (implantes cloqueares). Toda esta tecnología, de tamaño muy pequeño, se ubicó en el ojo y en un pequeño orificio natural de la sien, con el objetivo de que no sea muy visible.
Al activar el mecanismo lograron cerrar los párpados. La cantidad de fuerza y movimiento que genera el músculo artificial es similar a la observada en el músculo natural, afirmó Tollefson.
Los investigadores explicaron que ahora están trabajando para refinar la técnica. Están desarrollando un cable sensor que podría detectar el impulso natural para pestañear en el párpado y, en ese instante, activar el músculo artificial. Calculan que esta tecnología podrá usarse en seres humanos en los próximos cinco años.
Sulamérica Trânsito
Sphere: Related Content