- Un informe del Ministerio de Sanidad señala los riesgos de esta droga sobre la salud
- El consumo de cocaína aumenta 24 veces el riesgo de tener un infarto de miocardio
Atlas
MADRID.- Los ensayos clínicos para estudiar los efectos de la vacuna de la cocaína comenzarán en España a lo largo del primer semestre de 2009 y está previsto que participen un total de 164 personas y más de 10 hospitales, según ha anunciado la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, durante la presentación de un informe sobre cocaína elaborado por la Comisión Clínica de su departamento.
Moya ha asegurado que la Agencia Europea del Medicamento (EMEA, en sus siglas en inglés) ya ha admitido el registro para la investigación del tratamiento inmunológico para la adicción a la cocaína, en el que España será uno de los países que se ha ofrecido para participar mientras que el resto están por confirmar.
El estudio, en fase IV, tendrá un año de duración y el número definitivo de pacientes y hospitales que participarán está todavía por confirmar pero, según ha explicado la delegada del Gobierno, si la vacuna da sus frutos se resolverían muchos de los fracasos anteriormente experimentados con otros tratamientos farmacológicos. Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, está aumentando la demanda para la deshabituación del consumo y, en el último año, se han registrado más de 22.000 solicitudes de tratamiento en toda España.
No se trata de un tratamiento preventivo para los no consumidores, según el psiquiatra Carlos Álvarez Vara, "a pesar de habérsele dado el nombre de vacuna". Los efectos irán centrados a inhibir a través del sistema inmunológico los efectos estimulantes que produce la cocaína, de modo que "los pacientes no perciban nada al consumirla y lamenten haber tirado el dinero".
"Come cocos" anticocaína, así denomina Álvarez Vara esta terapia. Según explica este psiquiatra, la molécula de la cocaína pesa muy poco por lo que el organismo no la reconoce como agente extraño y va directamente a los receptores neuronales. Sin embargo, con la vacuna cuando la persona consuma concaína una proteína se une a la droga dándole más peso molecular, de esta manera el sistema inmunológico la reconoce y los anticuerpos la destruyen antes de que llegue a los receptores del placer, según informa Rafael J. Álvarez.
Problemas de salud
Durante la presentación del informe, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha recalcado los riesgos que conlleva el consumo de cocaína. Así, los usuarios de esta droga presenta durante la primera hora de su ingesta un riesgo 24 veces mayor de sufrir un infarto de miocardio.
Sin embargo, el peligro no se centra sólo en el sistema circulatorio. Según los datos del informe, el consumo de cocaína puede provocar crisis epilépticas, que se presentan entre el 2% y el 8% de los consumidores que acuden a urgencias, infartos y hemorragias cerebrales, miocardiopatía dilatada, arritmias e isquemia miocárdica. De las casi 800 muertes que se producen al año relacionadas con el consumo de drogas (796 en el año 2005) en el 69% de los casos se detectó que había habido un consumo de cocaína.
Además, la cefalea es la complicación más frecuente entre los consumidores de cocaína. Se da entre un 60% y un 70% de los cocainómanos y representa el 12% del motivo de las consultas relacionadas con la cocaína. La cefalea se relaciona con el perfil temporal de la acción vascular de la droga, ya que se presenta inmediatamente tras la administración o aparece en fase de abstinencia.
El informe también aborda las complicaciones psiquiátricas frecuentes entre los consumidores de cocaína, entre las que destacan la esquizofrenia paranoide. La paranoia inducida por cocaína puede llegar a afectar a la mitad de los consumidores que han desarrollado dependencia a esta droga, al cabo de los tres años de consumo regular. De hecho, según Álvarez Vara en uno de cada cinco pacientes se detectan casos de trastorno bipolar, mientras que también se pueden dar casos de trastornos delirantes, trastornos del estado de ánimo y crisis de pánico.
Por otro lado, su consumo, generalmente asociado a otras sustancias, como el alcohol, hace que aumente la agresividad y los comportamientos violentos ya que, durante la intoxicación alcohólica, el consumo de cocaína produce "una falsa sensación de sobriedad" que puede dar lugar a conductas de riesgo, según indica el experto.
Estabilización del consumo
Aunque los últimos datos de la Encuesta Domiciliaria 2007-2008 reflejaron una estabilización en el consumo de cocaína en España, se mantiene el dato del 3% de la población de 15 a 64 años que dice haber consumido cocaína en los últimos 12 meses. Sin embargo, aumentó el consumo experimental con respecto a los datos de 2005, ya que un 8% de la población, casi uno de cada diez, reconoce haber consumido cocaína alguna vez en su vida, ha afirmado Martínez Olmos.
El perfil más habitual del consumidor, según Álvarez, es el de jóvenes de 15 a 34 años integrados en la sociedad y que lo utilizan como efecto socializador y asociado a situaciones de ocio. De hecho, en esta franja de edad el 2,9% de los españoles reconocen haberla consumido en el último mes. Se trata de un consumo de carácter esporádico y recreativo, asociado a salir de marcha, las discotecas, la noche y el fin de semana. Es frecuente que hay consumo oculto en el exterior de los locales de ocio.
Este grupo de población gasta una media de 30 euros por sesión de consumo y, entre ellos, es más frecuente salir por la noche y alargar más las salidas nocturnas. El consumo de crack es minoritario en nuestro país.
No obstante, la tasa de continuidad no es muy alta, y sólo uno de cada cinco ciudadanos que probaron la cocaína hace un año la han consumido en los últimos 30 días y sólo el 4% es adicto.
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