Así que al final es Yahoogle, y no Yasoft… ni Microhoo.
Yahoo acaba de alcanzar un acuerdo con Google para gestionar una parte de su publicidad online, y Microsoft se enfurece.
Los tres grandes actores se han pronunciado al respecto.
Yahoo, en dos ocasiones:
Un primer texto habla de un "acuerdo que permite a Yahoo publicar anuncios proporcionados por Google junto a los resultados de búsqueda ofrecidos por Yahoo [en respuesta a las peticiones de los usuarios] en Estados Unidos y Canadá. El acuerdo no es exclusivo." Yahoo podrá por tanto publicar anuncios y respuestas procedentes de Google, de terceros y de Panama, su propio sistema.
Otro comunicado de la sociedad presidida por Jerry Yang explica que "la negociación con Microsoft relativa a una transacción potencial –ya sea una adquisición total o parcial de Yahoo- ha concluido." Precisa que Microsoft no está interesada en la adquisición completa, y que vender su motor de búsqueda dejaría a Yahoo en paños menores.
En un texto lacónico, Microsoft confirma que no está interesada en comprar la totalidad de Yahoo, pero reitera que "quedan abiertas a la discusión otras transacciones alternativas".
Más locuaz, Google confirma el acuerdo (sin exclusividad) en su blog, pero juzga necesario precisar que "no se trata de una fusión, […] no descarta a un competidor […] no aumenta la participación de Google en materia de búsquedas […] y no permite a Google aumentar el precio de sus anuncios publicitarios".
En definitiva, Yahoo se alegra de haber encontrado una solución para librarse del asedio asfixiante de Microsoft, que gruñe pero no puede hacer gran cosa, mientras Google, que prefiere dividir para así seguir reinando, se muere de miedo al verse acusada de prácticas monopolistas.
Wall Street ha reaccionado mal: la acción de Yahoo ha bajado un 10% en un día. Una fuente no identificada de Microsoft ha declarado a Kara Swisher, del Wall Street Journal: "Soltemos los perros de presa". Van a intentar remover cielo, tierra y Congreso para bloquear el trato. Por su parte, Swisher estima que semejante acuerdo es "peligroso para el desarrollo de Internet." Henry Blodget escribe en el Silicon Alley Insider que «es un acuerdo inteligente» que podría reportar a Yahoo centenares de millones de dólares al año (véase también este artículo), que le permite reorganizarse y centrarse en sus negocios, y supone un duro golpe para Microsoft, que ve cómo se le escapa la presa y, peor aún, cómo "se arroja en brazos del enemigo".
Conclusión
Un matrimonio Yahoo-Microsoft estaba abocado al fracaso por razones culturales. Microsoft pierde en todos los frentes y tratará de conseguir la anulación de esta alianza, que considera ilícita. Google pondrá cuidado en avanzar lentamente para no suscitar la cólera de las autoridades, y puede congratularse de darle a Yahoo el suficiente oxígeno para mantenerla con vida sin correr por ello el riesgo de que el motor de búsqueda se convierta en un competidor serio.
Google tal vez no sea un monopolio, y procura no "hacer el mal" en la medida de lo posible, pero su posición dominante sale reforzada de esta peripecia. Y es preocupante.
En tanto que usuarios, no obstante, estamos de enhorabuena a corto plazo: Yahoo y Google han prometido permitir la comunicación entre sus sistemas de mensajería instantánea.
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