Chávez dice ahora que impedirá que «el lacayo» Uribe le lleve a la guerra
Desbaratado un atentado previsto para la toma de posesión de Santos
Venezuela / Oviedo
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, siguió ayer alimentando el rumor guerrero en la crisis que le enfrenta con Colombia desde que el pasado 22 de julio rompió las relaciones con ese país, que, previamente, lo había acusado de dar cobijo a guerrilleros de las FARC y el ELN.
Tras afirmar el sábado que está «revisando planes de guerra», Chávez afirmó ayer que se ha trazado como «objetivo supremo» impedir que el Gobierno de su colega de Colombia, Álvaro Uribe, al que llamó «lacayo» (de EE UU), logre esta semana que ambas naciones vayan a la guerra.
Desde Bogotá, fuentes oficiales informaron de que la policía de la capital colombiana ha detenido a cuatro presuntos traficantes de armas y explosivos que trabajaban para las FARC y señaló que, con ello, evitó al menos un atentado terrorista previo a la posesión del nuevo presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el próximo domingo.
Chávez teme una operación de Colombia en suelo venezolano
Creará diez distritos militares en los 2.200 kilómetros de frontera con el país vecino
REUTERS
Nadie apuesta por un enfrentamiento bélico o una guerra entre Venezuela y Colombia después de la ruptura de relaciones. Eso es cierto, pero ambos gobiernos están esperando a ver quién tira la primera piedra para empezar la confrontación y, mientras eso ocurre, refuerzan militarmente la frontera de 2.212 kilómetros que comparten.
El presidente Hugo Chávez rompió los vínculos diplomáticos el pasado 22 de julio, tras la acusación del Gobierno de Álvaro Uribe de que protegía en territorio venezolano a 1.500 guerrilleros de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Uribe mostró ante la Organización de los Estados Americanos evidencias de 87 campamentos con sus coordenadas, vídeos y fotografías.
Chávez anunció el viernes pasado que creará diez distritos militares a lo largo de la frontera común por considerar a su vecino colombiano como «una amenaza». El primero de este puesto militar estará ubicado en la zona de Perijá, norte de Zulia donde, según denuncias de Bogotá, existen campamentos de la FARC y el ELN.
A través de la cadena estatal de televisión de Venezuela, Chávez aseguró que en una de las coordenadas del campamento de las FARC que denunció el embajador de Colombia en la OEA, Luis Hoyos, «lo que realmente hay es una piedra en medio de un río».
Chávez prefiere a Santos
El presidente venezolano afirmó que Uribe es «capaz de todo en los últimos días que le quedan en el poder. Hemos revisado planes de guerra y desplegado unidades militares, aéreas, de infantería, pero en silencio porque no queremos alterar a nadie». Chávez adelantó también que espera una mejor relación con el gobierno Juan Manuel Santos, que tomará posesión el próximo 7 de agosto para normalizar la situación.
Por su parte, el Gobierno colombiano informó también de que el sábado se pondría en funcionamiento una base militar que tendrá como objetivo vigilar el espacio aéreo de la frontera y combatir la narcoguerrilla. La base estará ubicada en Yopal, capital del departamento de Casanare.
En caso de llegar a un hipotético estado de guerra, «Venezuela no tiene capacidad de enfrentar una escalada de conflicto que nos lleve a una escaramuza o enfrentamiento militar», afirma el vicealmirante Iván Carratú, ex director del Instituto de Altos Estudios de Defensa Nacional.
Un conflicto electoral
En declaraciones a ABC, el vicealmirante reconoció que «el poder relativo de combate favorece a Colombia en estos momentos porque su ejército está mejor entrenado y calificado, existe la sociedad de unidad de Uribe y Santos, y además nosotros no tenemos el apresto militar».
A la pregunta de qué es lo que busca Chávez reforzando la frontera con los «diez distritos militares», Carratú dijo que quiere «crear un escenario de conflicto interno para entonces tomar medidas como declarar un Estado de Emergencia Nacional o Estado de Excepción, para diferir o suspender las elecciones legislativas previstas para el 26 de septiembre».
«La denuncia de Uribe le viene a Chávez como anillo al dedo para su objetivo electoral, pero está entrampado porque no tiene el apoyo internacional y está perdiendo el interno», añadió Carratú.
Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano y experta en temas militares, coincide con Carratú en la superioridad del ejército colombiano. San Miguel recordó que el embajador Luis Hoyos utilizará el plazo de 30 días anunciado en la OEA para tomar medidas políticas y diplomáticas como denunciar a Venezuela ante la Corte Penal Internacional.
En lo que coinciden los analistas es en que el ejército colombiano no atacará en territorio vecino para perseguir a la guerrilla a menos que Chávez tire la primera piedra.
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