La unidad de imagen empresarial de Petroecuador, en una comunicación reproducida por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, aseguró que "no tuvo ningún tipo de injerencia en el conflicto suscitado en la comunidad" de Sarayaku.
Asimismo, descartó el argumento de que el conflicto obedece a la supuesta intención de explotar crudo en los denominados bloques 23 y 24, situados en la zona, como señalan los dirigentes de una de las comunidades, "puesto que allí nunca se realizó actividad hidrocarburífera".
Petroecuador dijo que el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Marlon Santi, que también es un líder de Sarayaku, intenta "involucrar y culpar al Gobierno" sobre los enfrentamientos con la comunidad de Kutucachi.
La comunidad de Sarayaku se ha opuesto por décadas a la explotación de crudo en su territorio y ha denunciado la presión y amenazas de grupos armados para que desistan en su empeño de proteger su territorio de alta concentración de biodiversidad.
Particularmente, la comunidad de Sarayaku se ha opuesto a la operación de la petrolera argentina CGC, que se había adjudicado la prospección en las zonas o bloques de reservas de crudo en la región.
La estatal ecuatoriana insistió en su comunicado que "ni el Gobierno central ni Petroecuador han tenido absolutamente nada que ver (en el conflicto), ya que los bloques mencionados son bloques que fueron hace muchos años concesionados a las empresas CGC y Burlington".
Esas empresas "nunca pudieron entrar (a operar) por la oposición de los indígenas Sarayaku, nunca hubo actividad petrolera en la zona y tampoco se ha pensado retomar el tema", puntualizó la Coordinación General de Petroecuador.
"Lamentamos que los dirigentes busquen en un conflicto, que es eminentemente de indígenas de la zona, vincular al Gobierno y a la Estatal petrolera", añade el texto.
Y es que, al parecer, la comunidad de Sarayaku presume que el pueblo de Kutucachi ha sido instalado en su territorio con el propósito de debilitar su posición y "desmembrar" su tierra ancestral situada en la provincia amazónica de Pastaza.
Desde París, la asociación francesa Paroles de Nature denunció que un grupo fuertemente armado hirió hoy de gravedad a dos miembros de la comunidad de Sarayaku, de la etnia kichwa, cuando intentaba penetrar ilegalmente en su territorio.
La fuente denunció, asimismo, la serie de acciones "cada vez más amenazantes por parte del Gobierno ecuatoriano y de Petroecuador" para "debilitar la oposición" contra sus planes de explotación petrolera en ese territorio.
El objetivo es reanudar la explotación petrolera en el llamado "bloque 23", a lo que el pueblo que lo habita se opone rotundamente desde hace más de un cuarto de siglo, dijo Paroles de Nature en un comunicado.
De su lado, el secretario ejecutivo del gubernamental Instituto de Ecodesarrollo de la Región Amazónica Ecuatoriana (Ecorae), Carlos Viteri, reprochó el conflicto y dijo que es "lamentable que esto suceda entre hermanos de sangre, entre hermanos Sarayaku".
Según Viteri, entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, miembros de Sarayaku procedieron a desalojar a los de Kutukachi con el argumento de que su asentamiento intenta desmembrar el territorio en un sitio estratégico para la exploración petrolera.
"Dicen que han resistido al ingreso de la (italiana) Agip Oil" y que, por lo tanto, a esa petrolera "le conviene crear una supuesta comunidad habitada por oportunistas", comentó Viteri sobre las apreciaciones de la comunidad Sarayaku.
"El conflicto, netamente territorial y de intereses entre dos comunidades" dejó como saldo tres heridos de la comunidad de Sarayaku, señala un comunicado del Ecorae, que intenta confirmar la supuesta muerte de otras personas.