Mónaco, Malta, Liechtenstein, Islandia y Andorra: cero feminicidios entre 2000 y 2006. En España la violencia doméstica creció un 15% durante ese periodo
Cuatro de cada diez maltratadores fueron víctimas en su infancia
El director del Instituto Centro Reina Sofía, José Sanmartín, ha alertado de un dato: el maltrato en la infancia "daña hasta extremos inimaginables".
Sanmartín ha indicado que en cuanto a la población de víctimas, "solamente" dos de cada diez niños que han sufrido maltrato directo o indirecto devienen en agresores en el futuro, por lo que ocho, no.
En relación con los maltratadores ya adultos, el director del Centro Reina Sofía ha señalado que cuatro de cada diez agresores han sido antes víctimas. Ha abundado en que en el Centro se está analizando ya el efecto que produce el maltrato en los niños por parte de alguno de sus progenitores, bien porque han sido
agredidos o porque han observado maltrato en la pareja. Ha explicado que los malos tratos "no dejan inmune la biología que subyace a esos procesos" y produce efectos en el comportamiento y de tipo cognitivo y emocional.
De acuerdo a su explicación, un niño maltratado suele tener niveles altos de estrés, que se produce por una hormona en sangre que se llama cortisol, y cuando ésta se encuentra en exceso daña estructuras cerebrales que están ligadas al control de la conducta agresivo-violenta como son la amígdala y el hipocampo. A su juicio, los niños pueden aprender que la violencia es un recurso para la resolución de los conflictos; además, suelen tener una relación "de carácter inseguro" con alguno de los maltratadores, que se traduce en "deficiencias emocionales", que impiden la empatía.
De acuerdo a su explicación, un niño maltratado suele tener niveles altos de estrés, que se produce por una hormona en sangre que se llama cortisol, y cuando ésta se encuentra en exceso daña estructuras cerebrales que están ligadas al control de la conducta agresivo-violenta como son la amígdala y el hipocampo. A su juicio, los niños pueden aprender que la violencia es un recurso para la resolución de los conflictos; además, suelen tener una relación "de carácter inseguro" con alguno de los maltratadores, que se traduce en "deficiencias emocionales", que impiden la empatía.
Actualizado Sábado , 01-05-10 a las 01 : 20
Existen cinco países en el mundo (de 70 analizados a conciencia) que no tienen que ver en sus telediarios imágenes de una familia destrozada porque el marido decidió poner fin a la vida de su mujer, tal y como ha ocurrido hoy en Museros (Valencia) en el último episodio de violencia doméstica sufrido en España. Esos países son Mónaco, Malta, Liechtenstein, Islandia y Andorra, donde "no matan a sus mujeres", ha sintetizado José Sanmartín, director del Instituto Centro Reina Sofía (ICRS). Nada, cero asesinatos de mujeres a manos de una ex pareja despechada o un familiar vengativo.
Y eso a pesar de que "la mayoría de esos países no tienen leyes específicas" para luchar contra la violencia machista, ha agregado Sanmartín en la presentación del III Informe Internacional "Violencia contra la mujer en las relaciones de pareja". "No hay una razón científica" que explique por qué en estos países las mujeres no son asesinadas como en el resto del mundo, más allá del reducido tamaño de la población de todos ellos, que permite "trabajar con todos los agentes" en las tareas de prevención. No obstante, ha apuntado que el trato de las mujeres es diferente y puso como ejemplo a Islandia, donde la mujer "desde siempre" ha podido trabajar.
Un pormenorizado estudio en 70 países El estudio, dirigido por Sanmartín y coordinador por Isabel Iborra y Yolanda García, del Centro Reina Sofía de la Universidad Internacional Valenciana (UVI), discierne los datos estudiados en 70 países, tras recopilar las cifras aportadas por 300 instituciones, fundamentalmente los ministerios de Justicia e Interior. El informe distingue también los feminicidios o asesinatos de mujeres si los ha cometido un familiar (violencia doméstica) y si los ha perpetrado la pareja o ex pareja (violencia de género, propiamente dicha).
España no encuentra buen lugar en la tabla de 70 países. No en vano, en términos absolutos nos encontramos en la mitad del listado, en el puesto 36 de feminicidios acaecidos entre 2000 y 2006. En total, los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas y los cometidos por familiares aumentaron en España un 15,16% y un 6,7% respectivamente en ese periodo, en contraposición a la mayoría de los países analizados, que registraron un descenso importante en los feminicidios. "Las mujeres en España parecen estar más seguras en la calle que en sus casas" porque siete de cada diez víctimas lo son de su propio entorno, ha dicho de manera muy ilustrativa Sanmartín.
Y eso a pesar de que "la mayoría de esos países no tienen leyes específicas" para luchar contra la violencia machista, ha agregado Sanmartín en la presentación del III Informe Internacional "Violencia contra la mujer en las relaciones de pareja". "No hay una razón científica" que explique por qué en estos países las mujeres no son asesinadas como en el resto del mundo, más allá del reducido tamaño de la población de todos ellos, que permite "trabajar con todos los agentes" en las tareas de prevención. No obstante, ha apuntado que el trato de las mujeres es diferente y puso como ejemplo a Islandia, donde la mujer "desde siempre" ha podido trabajar.
Un pormenorizado estudio en 70 países El estudio, dirigido por Sanmartín y coordinador por Isabel Iborra y Yolanda García, del Centro Reina Sofía de la Universidad Internacional Valenciana (UVI), discierne los datos estudiados en 70 países, tras recopilar las cifras aportadas por 300 instituciones, fundamentalmente los ministerios de Justicia e Interior. El informe distingue también los feminicidios o asesinatos de mujeres si los ha cometido un familiar (violencia doméstica) y si los ha perpetrado la pareja o ex pareja (violencia de género, propiamente dicha).
España no encuentra buen lugar en la tabla de 70 países. No en vano, en términos absolutos nos encontramos en la mitad del listado, en el puesto 36 de feminicidios acaecidos entre 2000 y 2006. En total, los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas y los cometidos por familiares aumentaron en España un 15,16% y un 6,7% respectivamente en ese periodo, en contraposición a la mayoría de los países analizados, que registraron un descenso importante en los feminicidios. "Las mujeres en España parecen estar más seguras en la calle que en sus casas" porque siete de cada diez víctimas lo son de su propio entorno, ha dicho de manera muy ilustrativa Sanmartín.
Feminicidios, asesinatos de mujeres, en generalSegún explicó Sanmartín, las cifras de feminicidios recogidas en 44 países (el 63% europeos) revelan que de media, en 2006 fueron asesinadas 19,4 mujeres por cada millón de ciudadanas mayores de 15 años. El índice es "muy alarmante" en América, donde la prevalencia es de 40 víctimas por millón (45 en Centro y Suramérica). Europa está debajo de la media, con 10 fallecidas por millón y España tiene 5 muertas por cada millón de ciudadanas. A la cabeza de esta clasificación se encuentran El Salvador, con 129 feminicidios por millón de ciudadanas, Guatemala, con 93; Lituania, que registró 51; Colombia, con 50 y Honduras, 45.
Tres de cada millón de españolas En cuanto a la violencia de género (mata la pareja o ex pareja), el estudio destaca que en 11 de los 35 países abordados disminuyeron los asesinatos entre 2000 y 2006, mientras en España la prevalencia es de tres muertes por cada millón de ciudadanas, por debajo de las medias mundial y europea. Sin embargo, el estudio denuncia que los casos se incrementaron entre 2000 y 2006 en "casi un 16%", lo quecoloca a España como el tercero de los cuatro países donde aumentó la prevalencia de la violencia de género en el periodo analizado. Por delante sólo están Chipre (277,13% de subida) y Colombia (51,28%).En esos países prevalece el asesinato con arma de fuego, en España el arma blanca.
Por último, el estudio detalla además que las mujeres víctimas de asesinatos presentan un perfil cada vez más joven: siete de cada diez tienen entre 19 y 44 años y la mayor concentración de asesinatos se encuentra en el tramo de 35 a 44. Además, en casi la mitad de los casos el crimen se produce en el proceso de separación.
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