Un médico atiende a un paciente con síntomas de la nueva gripe. (Foto: AFP)
MADRID.- En los peores días de incidencia de la neumonía asiática (bautizada técnicamente como síndrome respiratorio agudo y grave, SRAS), algunos médicos de Hong Kong pasaron hasta tres meses sin acudir a su casa para evitar contagiar a sus familias. O se quedaban en el propio hospital o se buscaban algún alojamiento cercano para evitar propagar la enfermedad. Con la lección aprendida, la revista 'British Medical Journal' repasa esta semana 10 puntos básicos que deberían tenerse en cuenta ante una posible pandemia de gripe A/H1N1.
Las recomendaciones han sido elaboradas por un grupo de científicos del Hospital Addenbrookes de Cambridge (Reino Unido) después de visitar dos hospitales hongkoneses para aprender las pautas de actuación que allí sirvieron para contener el avance del SRAS. "La lección más importante aprendida entonces es que pasar por una epidemia o una pandemia de estas características puede ser una de las experiencias vitales más intensas en nuestra vida profesional", señalan los doctores británicos antes de enumerar sus consejos.
- Elegir un líder Nombrar un 'coordinador de la gripe' responsable del liderazgo y la organización en esta situación puede mejorar la respuesta de los hospitales. Como dice Susan Robinson en el artículo, estas situaciones requieren sobre todo preparación y planificación, y tener un coordinador facilita que los planes y protocolos salgan adelante cuando llega el momento de aplicarlos.
- Hablar con el personal sanitario Poner en común los detalles de los planes de actuación con los médicos y enfermeros del hospital puede ayudar a que las cosas funcionen mejor. "Una vez informado, el personal entenderá mejor las razones de las decisiones", subrayan. En una situación de hipotética pandemia todos los detalles cuentan, y habrá que conocer las preocupaciones del personal sanitario, hasta el punto de saber si disponen de medios para atender a sus hijos o personas mayores durante la fase de mayor emergencia sanitaria por si tuviesen que quedarse en el hospital largo periodos de tiempo como ocurrió en Hong Kong.
- Probarse las mascarillas Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, no todas las mascarillas protectoras sirven para todo el mundo, y los sanitarios deberían buscar el modelo que mejor se adapta a su fisonomía y más les protege antes de que lleguen a masificarse los hospitales.
- Practicar antes de la pandemia No es descartable que quienes atienden a los pacientes puedan contaminarse a ellos mismos o contagiar a otros, por ejemplo, mientras se visten o se quitan el material protector (gafas, guantes, mascarillas). Para evitar estas cosas, es necesario que sean adecuadamente entrenados para llevar a cabo estas pautas con seguridad. Esta preparación debería incluir no sólo a los sanitarios, sino también a otros empleados del hospital, como el personal de limpieza o los administrativos.
- Reservas suficientes Los hospitales deberían almacenar con antelación reservas suficientes de equipamiento protector (personal protection equipment, o PPE, según sus siglas en inglés). Las necesidades de este material (que puede incluir desde las mascarillas, hasta las gafas, guantes, protectores para los zapatos, o batas y pijamas quirúrgicos) deben ser previstas con tiempo, porque es previsible que escaseen durante una pandemia.
- ¿Qué hacer con los casos sospechosos? Es importante evitar infecciones cruzadas entre los distintos servicios del hospital, por eso aconsejan "asumir que cualquier paciente febril puede estar infectado hasta que se demuestre lo contrario". Los hospitales deben tener clara la vía de entrada de los casos sospechosos y los medios para aislarlos y evitar que se propague el contagio; en qué áreas será obligatorio el uso de mascarillas y en cuales no. Un protocolo, subrayan, que debe integrarse con facilidad en el día a día del hospital.
- Cambio de roles Es posible que durante una pandemia sea necesario definir las tareas de ciertos profesionales para orientarlos hacia la atención de los pacientes contagiados. Debe tenerse en cuenta que el patrón de asistencia a las urgencias puede cambiar en medio de la epidemia, y que el número de pacientes con patologías menores descenderá significativamente.
- Establezca un patrón de comunicación con los sanitarios El hospital debe mantener informados a sus profesionales del número de pacientes ingresados por la gripe, de la evolución de sus colegas que puedan estar contagiados, de la disponibilidad de mascarillas y antivirales... "Asigne este papel a un doctor veterano capaz de hacer esta tarea diariamente".
- La moral de la tropa Trabajar muchas horas en un entorno de tanta presión y lejos de sus familias puede afectar al estado de ánimo de los sanitarios, Por eso, es importante que no se descuide esta cuestión y se mimen los detalles: disponer comida fresca durante todo el día y reservas de café o llamadas gratuitas y un buen servicio de lavandería puede hacerles la vida un poco más fácil a médicos y enfermeros.
- Decisiones éticas Llegado el momento, y en el peor de los escenarios posibles, es probable que los hospitales no sean capaces de ingresar ni atender a todos los pacientes que puedan llegar. "Habrá que tomar decisiones difíciles durante la pandemia", advierte el documento. Y habrá que preparar material informativo para las familias que deban llevarse a los pacientes a casa, para evitar las infecciones en el hogar e indicarles en qué caso deben o no acudir a los servicios médicos.
Nenhum comentário:
Postar um comentário