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BBC MUNDO RADIO
La jornada en los alrededores de la iglesia evangélica ha sido menos intensa que la de este jueves, aunque no han faltado los destellos individuales de algunos personajes que querían aprovechar la estela mediática que está dejando el pastor Terry Jones y su séquito.
Alrededor de las 9.15 de la mañana, Jones salió del edificio para hablar con los medios de comunicación congregados en la zona y explicó de nuevo que no iba a proceder a la quema de ejemplares del Corán este sábado 11-S. Escueto y claro, pero los periodistas, curados de espanto tras varios días de informaciones volubles, seguían tan escépticos como a última hora de la noche del jueves.
Tras la comparecencia de Jones llegó el turno de dos sacerdotes que querían reunirse con él para hacerle cambiar de idea. Querían hacerle ver que las consecuencias que traería la quema de los ejemplares del Corán. Venían de Washington y sentían que ese juguete llamado medios de comunicación iba a estar a su entera disposición. Y lo estaba, pero más para ver si desvelaban algo de la reunión que tuvieron durante menos de 30 minutos con Jones que por ver las medallas que se colgaban Rob Shank, Presidente del Concilio Nacional y Patrick Mahoni, Presidente de Defensa Nacional. "He podido observar por sus gestos y su comunicación corporal que no va a llevar a cabo su plan inicial de quemar coranes", explico Shank.
Entretanto el hijo de Jones, Luke Jones, seguía entreteniendo a la prensa sin dar mucha información. Pero de repente apareció un tipo que se hacía llamar Charly the Plumber.
Ataviado con uniforme y gorra militar, y con una enorme bandera de EEUU, comenzó a explicar sus experiencias en la guerra del Líbano, donde había perdido a varios compañeros. A gritos espetaba que los musulmanes debían pedir perdón por los atentados del 11-S. El momento más tenso se produjo cuando este veterano soldado tuvo una discusión con el periodista marroquí Mohammed Alami. Charly estaba convencido de que el Corán defendía el asesinato de judíos y Alami no dudó en desmentirlo reiteradamente. Ambos acabaron dándose un abrazo.
Las medidas de seguridad se reforzarán durante la jornada del sábado, aunque durante este viernes no se tomaron precauciones excesivas. Así lo ha afirmado una oficial de la Policía que vigilaba la zona. "Mañana se realizarán controles en las carreteras y pediremos los carné de conducir a personas aleatorias".
Se nota que ya no hay tantos medios en los alrededores de la iglesia, pero entre los que aun resisten las contradicciones y cambios de opinión de Terry Jones, se encuentran periodistas llegados de Japón, Alemania o Marruecos. Este último apuntó que se trata de un "teatro de mal gusto". Lo considera ofensivo y espera que no todo el mundo crea que los estadounidenses son así y a la inversa.
Por otro lado, el corresponsal alemán de RTL, se mostró autocrítico con la función de los periodistas, por el hecho de alimentar a este tipo de "personajes, pero en el momento en que se mete el presidente Obama o Hillary Clinton en la historia, no queda otra alternativa que cubrirlo".
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