WASHINGTON (AFP) - Legisladores demócratas y republicanos discuten este jueves ante las cámaras de televisión sobre la reforma de salud, en una cita convocada por el presidente Barack Obama para tratar de destrabar en el Congreso su principal proyecto de gobierno.
"Espero que (la reunión) no sea un espectáculo político para criticarnos delante de las cámaras", dijo Obama al instalar la reunión en Blair House, residencia próxima a la Casa Blanca donde se alojan habitualmente los huéspedes prominentes del mandatario.
Obama exhortó a los legisladores a interesarse por los puntos de coincidencia antes que por las divergencias.
"Todos sabemos que esto es urgente, y desgraciadamente el año pasado (...) devino en una batalla muy ideológica, en una batalla muy partidista, y pienso que la política acabó aventajando al sentido común", agregó.
Obama perfiló la reforma de la salud como de sus grandes objetivos para el comienzo del segundo año de su mandato, y convocó para ello a esta reunión -que podría prolongarse por seis horas- en la que rápidamente afloraron las diferencias.
Obama y el republicano Lamar Alexander debatieron sobre el costo de la reforma. "Estoy bastante seguro de que no tengo la culpa", dijo en un momento de su intervención pidiéndole al senador que no lo interrumpiera.
La Casa Blanca enmarcó las discusiones en cuatro temas, y cada uno de ellos será presentado por altos responsables del gobierno, en tanto que Obama, su vicepresidente Joe Biden y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, conducían los debates.
Los puntos son: el control de los costos, la reforma del seguro, la reducción del déficit y la extensión de la cobertura de la salud, según un responsable de la Casa Blanca.
Todos ellos se corresponden con las grandes líneas del proyecto de reforma divulgado el lunes pasado por la presidencia.
Obama pretende reformar un sistema de salud costoso, que genera un gran déficit y deja a decenas de millones de estadounidenses sin cobertura. El presidente debió revisar su estrategia luego de perder la mayoría calificada en el Senado el 19 de enero, tras las elecciones legislativas parciales.
Tras ser aprobado por la Cámara de Representantes, los senadores adoptaron su propia versión de la reforma, pero ambos textos deben ahora ser unificados, un objetivo que se transformó en irrealizable vista la intransigencia de los republicanos, dotados de una minoría que les permite el bloqueo en el Congreso.
Estos últimos exigen el abandono de un proyecto que según ellos es costoso, impopular e impide la libre opción de los estadounidenses. El jefe de la oposición en el Senado, Mitch McConnell, dijo sin embargo que él y sus colegas legisladores asistían al encuentro de este jueves para debatir "de buena fe".
"Nuestra propuesta contiene buenas ideas de demócratas, de republicanos y de expertos en seguros de salud provenientes de diferentes sectores", aseguró Obama.
El mandatario confía en que durante este encuentro pueda diseñarse un camino que permita desbloquear el proyecto de reforma de la salud.
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