PARÍS (AFP) - El universo súper exclusivo de la alta costura, en el que las creaciones son terminadas a mano, toma desde este domingo las pasarelas de París, donde el único iberoamericano presente es el brasileño Gustavo Lins, después que la crisis empujara al catalán Josep Font a desistir.
Aunque la Alta Costura -una prestigiosa denominación, donde brillan las históricas casas Christian Dior, Chanel y Givenchy, y otras más recientes, como Jean Paul Gaultier, ex 'enfant terrible' de la moda, y Anne-Valérie Hash- es en en sí siempre deficitaria, la crisis financiera, que aún no termina, la ha golpeado, reconoce Gustavo Lins.
A pesar de que no hay cifras que cuantifiquen el golpe asestado por la crisis a la multimillonaria industria de la moda, ni mucho menos al mundo casi inalcanzable de la alta costura, el que Font tirara el guante en este sector es resultado, admitió la casa, del "difícil contexto económico internacional". Y en esta situación, no resulta viable el costo de organizar un desfile de alta costura, que fue estimado en unos 150.000 euros (217.000 dólares) por el creador catalán, quien desfiló por primera vez en París en 2008 por invitación de la Federación Francesa de la Costura, el organismo que decide quién desfila en París.
Tras la partida de Font, que ahora se va a consagrar al prêt-a-porter, queda, como único representante de España y América latina, sólo Lins, quien fue invitado a desfilar por la Federación hace tres años. "Si todo sigue bien, dentro de dos años me volveré miembro permanente de la alta costura", confió el modista a la AFP. Explicó que no es sólo por el "honor" de ser miembro de ese exigente y exclusivo club, sino que ello le permite a su casa, que es pequeña, ostentar un estatuto de marca internacional, lo que podría ayudarle a encontrar financiamiento para consolidarse, y además, para "servir de ejemplo y crear escuela en América Latina".
Las pasarelas de alta costura, que debutan este domingo por la noche con el desfile del holandés Josephus Thimister -quien ha sido invitado por la Federación-, coinciden con el cierre de los desfiles de la moda masculina para el próximo invierno, que empezaron el jueves. Con tonos rojos y kaki, mezclando con el estilo militar con la alta costura, la colección de Thimister, titulada 'Opulencia y efusión de sangre', hace referencia a la Primera Guerra Mundial.
Según el programa elaborado por la Cámara Sindical de Alta Costura, que organiza los desfiles y establece los estrictos criterios para el título 'casa de costura', las pasarelas de alta costura se prolongarán hasta el jueves, con la presencia de 20 casas, entre ellas algunas que tienen más de 60 años y otras mucho más jóvenes.
El creador Christian Lacroix, cuyo desfile era siempre uno de los más originales y de los más esperados, ya no estará presente en las pasarelas parisinas, después de que la casa se declarase insolvente y no hallara quién la retomara.
Además, entre este domingo y el jueves están previstas presentaciones de casas de diseño más pequeñas, en una manifestación que se llama 'off', donde las creaciones propuestas son muy bien hechas, acatando algunos de los criterios de la alta costura... pero son mucho más asequibles.
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