28 de noviembre de 2008.- A bordo de la lancha vienen unas monjas y de pie en la proa, un individuo de cabello rubio vestido entero de negro. Cuando la embarcación ha sorteado los troncos que flotan deriva y el cadáver de una vaca que quedó atrapado entre las ramas, el pastor Wolfgang Schelling, da un salto y gana la orilla, donde se aglomeran los damnificados.
Las inundaciones de los últimos días cobraron la vida de cien personas y han dejado sin hogar a de más de 800 en el estado de Santa Catarina. Las autoridades afirman que esta ha sido la peor catástrofe natural de las últimas décadas y las lluvias, incesantes, no dan tregua a los equipos de rescate.
La Iglesia Luterana fletó un centenar de embarcaciones para repartir ayuda entre las víctimas y puso la flota bajo el mando de Schelling, un predicador que llegó a Brasil a los cinco años, procedente de Hamburgo. El religioso imparte órdenes como escopetazos a las monjas que descargan los víveres e improvisan un púlpito sin imágenes –como corresponde al credo luterano- bajo un toldo. Las mujeres y los niños serán los primeros en recibir lo suyo, indica el germano. "Luego los varones de bien y al final los pecadores. No hace falta señalar quienes son pues ellos mismos se reconocen como los reconoce Dios", dice la voz que retumba destemplada, igual que los truenos que sacuden las casas que han quedado sin techos y a los desarrapados que clavan la mirada en el lodo. Por cortesía o por el miedo que infunde ese rostro anguloso, parecido al de los monjes de las películas de Ingmar Bergman, la mayoría de los varones se ubican al final de la cola.
Una casa inundada en el valle del Itajaí. (Foto: EFE)
La Iglesia Luterana tiene su mayor enclave en Blumenau, una ciudad fundada en 1853 por emigrantes alemanes que aún conserva la huella teutónica en la fisonomía de sus habitantes y en la fachada de sus antiguas viviendas. La principal actividad económica es la industria textil y en los últimos años, la informática y la producción en serie de reinas belleza, auténticas valkirias de 1,80 metros de estatura como mínimo. Nada que ver con las exuberantes garotas de Río de Janeiro. Según Schelling , esos desfiles impúdicos en que las bisnietas de los piadosos colonizadores se exhiben con impudicia, son los causantes de que el río Itajaí-Acú se haya salido de su cauce, arrastrando lo que encuentra a su paso. Al alejarse la lancha, los damnificados, justos y pecadores, engullen sus raciones y suspiran con alivio.
Hasta Sao José, otra de las localidades afectadas por las inundaciones, llegó una delegación de la Iglesia Universal del Reino de Dios, encabezada por Edilson Salcedo, uno de los 'telepredicadores' más famosos de Sudamérica. Su programa 'Pare de Sufrir' llega a unos 200 millones de hogares, incluso en Portugal y se transmite con traducción simultánea al guaraní, al quechua y a otros idiomas vernáculos. Él si que sabe montar un espectáculo capaz de eclipsar a cualquier concurso de belleza. Sus acólitos levantaron en un promontorio a salvo de las aguas, una gran carpa blanca y colocaron en la entrada un letrero escrito con bombillas (alimentadas por un generador): 'El Arca de Noé'.
A diferencia del ascético Schelling, el evangélico sonríe, canta y baila sobre la tarima y dispone de ilimitados recursos para socorrer a la gente. Los evangelistas de Brasil son dueños de una cadena de supermercados, de medios de comunicación y tienen acciones en Petrobrás, la segunda mayor empresa petrolífera del mundo. La logística que montaron para hacer frente a la catástrofe es similar a la de la Defensa Civil, con la ventaja de que traen un mensaje de esperanza. "Porque Dios se apiadó de sus hijos y las aguas del diluvio retrocedieron", pregona mientras sus acólitos vestidos con impermeables fosforescentes reparten juguetes a los niños. No hace falta grandes sacrificios para ser salvado.
En su infinita misericordia, el Dios de Salcedo recomienda, no exige, que cuando vayan a la playa de Florianópolis, los varones se cubran con algo más que una zunga (traje de baño minúsculo) y las chicas no muestren los senos. "Es la moda, ya lo sabemos, pero no queda bien y trae malas consecuencias", dice, señalando hacia al cielo, encapotado de negros nubarrones.
Sphere: Related Content
Nenhum comentário:
Postar um comentário