Fin de la pesadilla. El rescate de los 33 mineros chilenos comenzó este miércoles y culminó en la madrugada del jueves en medio de una gran expectación internacional. Mil millones de personas siguieron en directo el operativo, gracias al que todos los trabajadores que permanecieron atrapados desde el 5 de agosto salieron a la superficie con vida. El mandatario cerró el proceso con un "¡Viva Chile, mierda!" "Buena suerte y tráiganos a los mineros de regreso". Con esta frase que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, presente en la salida de los trabajadores, dedicó al primer socorrista que descendió hasta el lugar donde estaban los mineros daba comienzo el largo proceso, que cerró el propio mandatario con un "Viva Chile, mierda" tras la liberación del último trabajador, Luis Urzúa, el líder del grupo. El primero en salir fue Florencio Ávalos, que se abrazó emocionado a su familia. Esta escena se repitió como un bucle cada vez que un minero veía la luz. Todos volvieron a la superficie ataviados con cascos, gafas de sol y unos cinturones especiales que controlaban sus funciones vitales. Aunque el plazo en principio era de 48 horas, el operativo se desarrolló sin contratiempos y los mineros salieron en unas 23 horas, a falta de los socorristas que les acompañaron en el proceso. Escenas de júbilo Sonrisas, lágrimas, abrazos, besos... Todo eran escenas de júbilo y alegría en los alrededores de la mina, hasta donde se desplazó el presidente de Bolivia, Evo Morales, ya que entre los mineros atrapados se encontraba un boliviano. Algunos mineros necesitan cirugía dental y uno de ellos tiene neumonía Piñera también anunció que en el lugar donde se levanta el campamento Esperanza, de donde no se han movido los familiares de los trabajadores, se erigirá un memorial para que las futuras generaciones recuerden esta hazaña. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que los mineros rescatados están en buenas condiciones sanitarias, aunque algunos necesitan cirugía dental y uno de ellos tiene neumonía, y confirmó que serán hospitalizados al menos dos días en Copiapó. Ahora Chile celebra el feliz desenlace de un drama que ha mantenido en vilo al país durante más de dos meses.
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