Río de Janeiro, 3 oct (EFE).- La candidata oficialista a la Presidencia brasileña, Dilma Rousseff, obtuvo el 50% y el 51% de las intenciones de voto en las dos últimas encuestas antes de las elecciones de mañana, por lo que quedó la duda sobre si conseguirá la votación necesaria para ser elegida sin disputar una segunda vuelta.
Según el sondeo divulgado hoy por el Instituto Ibope y realizado entre el viernes y este sábado, si las elecciones fuesen hoy, Rousseff se impondría con un 51% de los votos válidos, contra el 31% del líder opositor José Serra y el 17% de la senadora Marina Silva.
La encuesta de la firma Datafolha, realizada igualmente en los dos últimos días, le atribuye a la oficialista el 50% de los votos válidos, contra el 31% de su principal adversario y el 17% de la tercera favorita.
Como ambos sondeos admiten un margen de error de dos puntos porcentuales, la intención de voto de la candidata apoyada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva puede estar por debajo de la mitad más uno de los votos que necesita para garantizar su elección mañana.
La legislación brasileña prevé una segunda vuelta para los dos candidatos más votados, que se disputaría el 31 de octubre, en caso de que ninguno de los aspirantes consiga en la primera la mitad más uno de los votos válidos, es decir excluidos los blancos y los nulos.
Ambos sondeos mostraron que la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) siguió perdiendo puntos en las encuestas.
Según Datafolha, la diferencia de la intención de voto entre Rousseff y los demás candidatos juntos cayó desde cuatro puntos porcentuales en el sondeo realizado el pasado lunes a ningún punto en el realizado este final de semana.
La nueva encuesta del Ibope le atribuye a Serra, ex gobernador de Sao Paulo y candidato por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el 31% de los votos válidos, cuatro puntos porcentuales por encima del 27% que tenía el domingo.
Serra, derrotado por Lula en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2002, fue uno de los candidatos que más ganó apoyo en la semana en que la mayoría de los indecisos definió su voto.
Marina Silva, candidata por el Partido Verde (PV) y ex ministra de Medio Ambiente de Lula, obtuvo el 17% de los votos válidos en el sondeo realizado en los dos últimos días, frente al 13% que le atribuía el sondeo del domingo pasado.
Según el Ibope, en caso de que tenga que disputar una segunda vuelta, Rousseff se impondría con el 51% de los votos frente al 37% de Serra, lo que muestra un mayor avance del ex gobernador de Sao Paulo debido a que el sondeo anterior para la segunda vuelta le atribuía un 55% a la oficialista y un 32% al opositor.
El sondeo de Ibope, encomendado por la red de televisión Globo y por el diario O Estado de Sao Paulo, consultó a 3.100 electores, y el de Datafolha, encomendada por el diario Folha de Sao Paulo, entrevistó a 20.960 personas en 521 ciudades.
Hasta hace apenas diez días, la candidata oficialista, apalancada por la popularidad récord de Lula, por el éxito de los programas sociales del Gobierno y el buen momento de la economía brasileña, era señalada como clara favorita para ser elegida sin necesidad de segunda vuelta, pero en los últimos días perdió parte de apoyo en los sondeos.
Su caída en las encuestas de intención de voto de las últimas semanas fue atribuida a escándalos de corrupción que salpicaron a una importante ex asesora suya, así como a los rumores de que es partidaria de despenalizar el aborto.
La posibilidad de que los brasileños tengan que acudir a las urnas nuevamente para elegir a su próximo presidente animó una campaña en la que nada parecía salirse de la senda trazada por Lula.
Tanto Serra como Marina Silva intensificaron sus campañas con la esperanza de pasar a la segunda vuelta y poder equilibrar la disputa, ya que para la ronda decisiva el segundo tendría derecho al mismo tiempo de propaganda electoral gratuita que Rousseff, que en la primera tuvo más minutos que todos sus rivales juntos.
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