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La cancillería consideró el sábado inaceptable el lenguaje "ofensivo e inapropiado" con que la Asamblea Nacional de Venezuela rechazó un proyecto de acuerdo del Senado chileno de enviar observadores a las próximas elecciones legislativas.
"El lenguaje ofensivo e inapropiado con el cual (la Asamblea) se refiere el Senado de la República (de Chile) resulta inaceptable y no se condice con el respeto mutuo que se deben instituciones que representan poderes del estado de ambos países", señaló la declaración de la cancillería.
El organismo venezolano rechazó el jueves en duros términos una declaración de una mayoría del Senado chileno por la cual se pidió enviar observadores internacionales al proceso eleccionario legislativo en Venezuela.
A su vez el presidente de ese país, Hugo Chávez, rechazó aceptar legisladores chilenos como observadores.
El gobierno venezolano representó ese malestar a las autoridades chilenas y a su vez en la víspera el canciller Alfredo Moreno hizo presente la posición del gobierno chileno a la embajadora de Venezuela, María Lourdes Urbaneja.
En la declaración divulgada el sábado por la cancillería se expresa que es normal la presencia de observadores internacionales y que ningún país debería reparar en la posición política de los observadores.
Pero más tarde, la Asamblea Nacional venezolana reiteró sus críticas a la solicitud chilena.
Mediante un comunicado, la Asamblea expresó su "rechazo contundente a las agresiones e injerencia en nuestros asuntos internos, por parte de estos senadores chilenos, hecho que representa una violación a los principios de soberanía y no intervención en asuntos de otros estados".
"La posición fijada por el grupo de senadores chilenos... viola las más elementales normas de respeto y consideración entre dos estados latinoamericanos, desconociendo que el pueblo venezolano y los poderes públicos constitucionales de nuestro país, nunca se han inmiscuido en los asuntos internos de Chile", agregó la Asamblea.
El comunicado denunció que la petición del Senado chileno constituye una "nueva campaña orquestada para desacreditar el proceso electoral venidero", en complicidad con "instituciones y personalidades de la derecha internacional".
Instó al gobierno chileno a respetar la soberanía de Venezuela y a cesar en "sus pretensiones de intervenir en la vida política de nuestro país".
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El periodista de la AP, Ian James, contribuyó con este despacho desde Caracas.
