Los presos mantenían retenidos desde hace nueve días a los visitantes que habían acudido al penal
ELPAÍS.com - Caracas - 01/07/2008
Las más de 200 personas que desde hace nueve días permanecían retenidas en el Centro de Reclusión Judicial de los Andes, a unos 700 kilómetros al oeste de Caracas, serán liberados, según ha informado el Gobierno venezolano.
Los rehenes son familiares de reclusos que el día 22 de este mes acudieron a la penitenciaría como visitantes y se quedaron retenidos, algunos de forma voluntaria en apoyo a los presos y otros por medio de la fuerza. Con el secuestro de los visitantes los reclusos buscaban presionar a las autoridades para que se destituyera a la directora del penal, Liseth Blanco.
El viceministro de Seguridad Ciudadana, Tarek El Aissami, ha asegurado al canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) que el Ejecutivo está "a la espera de la entrega" de esas 200 personas. Aissami ha añadido además que el proceso de negociación se ha realizado "sin hechos violentos" y que el Ejecutivo venezolano ha asumido "compromisos orientados hacia la mejora de las condiciones" de los presos, especialmente en lo referente a "acelerar el tema de los estados procesales". Según los presos, las negociaciones se encontraban en punto muerto desde el pasado jueves.
El Centro de Reclusión Judicial de los Andes, con una población reclusa de 845 hombres, no es una de las cárceles más violentas del país, pero no por ello escapa a los problemas del sistema penitenciario de Venezuela.
Más secuestros en las cárceles
El caso del Centro de Reclusión Judicial de los Andes no es un hecho aislado. Según han informado portavoces policiales, unos 300 visitantes de la carcel de Vista Hermosa, en el sureste de Venezuela, se han autosecuestrado.
Sin embargo, el El ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, ha negado la relación entre ambos sucesos y ha alegado que el caso de Vista Hermosa es un acto "ilegal" de unos familiares que fueron a celebrar el cumpleaños de un preso y se negaron a abandonar las instalaciones penitenciarias tras la celebración.
Tan sólo una táctica más
El secuestro de familiares es tan sólo una de las diversas formas de protesta de los presos venezolanos. La población reclusa de Venezuela, compuesta por unas 21.000 personas, protagoniza con frecuencia huelgas de hambre, motines y las denominadas huelgas de sangre, en las que los presos se inflingen toda clase de heridas y se cosen los labios con aguja e hilo.
El secuestro de los familiares es una de las modalidades de protesta que se ha hecho frecuente en los últimos años. Las familias suelen ser numerosas, y hay una gran cantidad de menores de edad, lo que obliga a la intervención del organismo con competencia en ese campo, el Consejo Nacional de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. En previsión de ese tipo de acontecimientos, algunos directores de centros penales han optado por prohibir que los reclusos reciban visitas de sus hijos.
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