- Crece trece centímetros para hacer aún más cómodas sus plazas traseras
- Tendrá disponibles cinco motorizaciones: tres gasolina y dos diésel
- Todos los modelos estarán dotados de tracción total
Si el nuevo Audi A8 es la gran berlina de la casa de Ingolstad, el A8 L representa un paso más en el lujo, basado sobre todo en la comodidad de las plazas posteriores ya que, simplemente, se ha aumentado su batalla en 13 centímetros pasando la longitud total a ser de 5,27 metros, con una batalla de 3,12m. Es más, la capacidad del maletero, 510 litros, sigue siendo la misma que el modelo matriz.
En la versión L, que supone entre un 10 y un 15 por ciento de las ventas del Audi A8, para nada cambia su aspecto clásico y atemporal como en muchos modelos de la firma alemana. Su carrocería construida en aluminio sigue el mismo modelo ASF, ligero y resistente, siendo básicamente las puertas traseras más largas, lo que facilita el acceso a los asientos posteriores.
Lujo interior
El Audi A8 L trata ‘a cuerpo de rey’ a los pasajeros, ya que en su enfoque de venta se encuentran los máximos representantes de organismos oficiales y grandes empresas, sin descuidar por ello a su conductor. De serie, el A8 L cuenta con una banqueta clásica de tres plazas, con respaldo central abatible, con un mayor espacio longitudinal para las piernas de sus ocupantes. Puede ser sustituida en opción por dos asientos individuales regulables eléctricamente en su posición longitudinal, la inclinación del cojín y de la parte superior del respaldo y el apoyo lumbar neumático.
El sibaritismo, que se ‘llama’ 15.000 euros, ha llevado a Audi a ofrecer un sinfín de posibilidades para hacer la vida más placentera a bordo. Se puede empezar por una función de masaje neumática en los asientos, mediante diez cámaras de aire, con dos programas a elegir y tres niveles diferentes, además de ventilación y calefacción regulables. También se puede disponer de una gran consola que además de ejercer de reposabrazos esconde en su interior un gran portaobjetos junto al mando del climatizador independiente. Opcionalmente también se puede disfrutar de una mesa plegable y una nevera de 2 litros de capacidad.
Pero ante todo destaca el llamado asiento de descanso en el lado trasero derecho, donde se trata de emular la clase preferente de cualquier aerolínea en un vuelo intercontinental. El afortunado mortal puede estirarse hasta alcanzar un reposapiés de regulación eléctrica ubicado en el respaldo del asiento del acompañante. Allí puede disfrutar del Rear Seat Entertainment, cuya oferta empieza por dos monitores de 10,2 pulgadas, un sofisticado sistema de sonido Bang&Olufsen y distintos servicios portátiles online gracias a un punto de acceso inalámbrico WLAN que convierten al Audi A8 L en el primer automóvil del mundo en disfrutarlo.
Facilidades para el conductor
Pero ni el profesional de la conducción o el afortunado propietario podrán quejarse si se ponen al volante. No le van a falta ni comodidades ni ayudas para esa tarea: entre ellas la posibilidad de un equipo de visión nocturna con detección de peatones, la alerta de cambio involuntario de carril, un programador de velocidad activo con función Stop & Go y faros de diodos luminosos, entre muchos otros. El equipo de navegación MMI Navigation Plus puede ofrecer además mediante la conexión a Internet los mapas de Google Earth.
Cinco motores y tracción total
Cinco son las motorizaciones del nuevo Audi A8 L. Entre ellas destaca el motor W12 el cual no está disponible en la versión ‘corta’. Se trata de un unidad atmosférica de 12 cilindros en V con cuatro filas de tres cilindros cada una lo que le hace relativamente compacto, de 6,3 litros de cilindrada y 500 CV de potencia que a partir de 1.800 rpm proporciona un par motor de 600 Nm. Gracias a él, el Audi A8 L acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos estando la velocidad máxima limitada a 250 km/h. El nuevo W12 tiene un consumo medio de 12,4 litros, un 9% menos que la anterior unidad de 6 litros de cilindrada y 450 CV de potencia.
Restan dos unidades gasolina, la 4.2 V8 FSI y 3.0 V6 FSI de 372 y 290 CV respectivamente, este último con sobrealimentación por compresor, y las Diesel, el 4.2 V8 TDI de 350 CV y el 3.0 V6 TDI de 250 CV, un desarrollo completamente nuevo, donde se ha incrementado la potencia en 23 CV (acelera de a 0-100km/h en 6,6 segundos) y se ha reducido el consumo en 1,9 litros hasta 6,6 litros cada cien kilómetros, un 22% menos que en la unidad anterior de igual cilindrada. Su emisión de CO2 es de tan solo 176 gramos, el mejor valor de su segmento.
Como buen Audi todas las versiones del A8 L son Quattro, con tracción total y cuentan con un cambio automático de ocho velocidades Tiptronic con gestión electrónica. No falta el programa de cambio dinámico DSP con funcionamiento normal D y deportivo S controlable desde las levas de serie tras el volante o la palanca alojada en el túnel central. El diferencial trasero deportivo es opcional.
Los precios del Audi A8 L, que estará disponible antes de que finalice el año van desde los 86.500 euros para el 3.0 TDI, los 90.720 para el 3.0 TFSI, pasando por los 107.320 del 4.2 FSI y los 109.050 euros del 4.2 TDI hasta llegar al W12 que asciende a 151.790 euros
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