[Valid Atom 1.0]

domingo, 2 de maio de 2010

Investigan quién puso 'un rudimentario coche bomba' en Times Square

| Según Bloomberg podría haber sido 'una matanza'


Creen que fue obra de un aficionado, pero el coche encontrado en Times Square contenía dos bidones con once litros de gasolina, dos temporizadores y tres bombonas de gas propano. "Si hubiera llegado a explotar podría haber causado numerosas víctimas", aseguraba, nada más enterarse, el alcalde de Nueva York, Michael R. Bloomberg.

Todo empezó a las 18:28 (02:28 en España), cuando un vendedor callejero divisó un vehículo, aparcado junto a la Séptima Avenida, del que salía humo. Tras dar la alarma un agente comprobó que la matrícula era falsa (pertenecía a un coche robado hace dos semanas en Connecticut).

En el asiento de atrás, asomaba un paquete. Acto seguido se procedió a despejar la plaza. Un robot, guiado por control remoto, rompió las ventanas e inspeccionó el coche. Una dotación de bomberos acudió para sofocar las llamas. Creen los artificieros que cuando el vendedor acudió a los agentes ya se había iniciado la detonación del dispositivo. Afortunadamente, falló.

"Parece que se trata de un coche bomba estacionado entre la Séptima y Octava avenida", explicaba a la prensa un circunspecto Paul J. Browne, portavoz del Departamento de Policía, mientras el edil, hombre ágil, al que el fallido atentado sorprendió en Washington participando en una cena oficial en la Casa Blanca, comentaba que, de momento, la policía de Nueva York no tenía "ni idea de quien ha colocado esto aquí ni por qué".

Pronto las infinitas cámaras que alfombran las cornisas del singular espacio aportaban las primeras pistas. Según el jefe de Policía, Raymond W. Kelly, una cámara de vigilancia grabó el momento en el que todoterreno fue aparcado. Explicó que al tener las lunas tintadas será más difícil realizar las identificaciones.

Lo habían trufado con material altamente inflamable, y no en un lugar cualquiera. Times Square ejerce como sístole turística de Manhattan repleta de cines, cafeterías, discotecas, puestos ambulantes de comida, salas de conciertos, teatros y comercios. Durante la noche del sábado se cuentan por miles las personas que la frecuentan.

A la hora en que podía haberse soltado el látigo de fuego una multitud patrullaba sus calles. Su icónico lugar en el imaginario neoyorkino ha sido retratado en multitud de películas. Resulta fantasmal contemplarla vacía, semejante a un paisaje lunar donde a los neones habituales y las pantallas de plasma se sumaban las fosforescentes luces de los coches patrulla, vacía de gente excepto por los agentes, personal sanitario y bomberos.

A las dos y cuarto de la madrugada (hora de EEUU), cuando el peligro había sido conjurado, Bloomberg compareció en la plaza. Lo acompañaba durante la rueda de prensa el gobernador del Estado, David A. Paterson. "Hemos tenido mucha suerte", reiteraba sin haber tenido tiempo de quitarse el traje de gala, camisa blanca y pajarita encarnada incluidas.

"Hemos evitado una posible matanza", añadió. Detrás suyo, parpadeaba la comisaría de Times Square. El New York Times cita a Kevin B. Barry, antiguo responsable de la unidad de artificieros de Nueva York, para explicar que de haber funcionado el dispositivo más que una explosión habría provocado un incendio. También informa de que el legítimo propietario del coche ha sido interrogado por agentes del FBI y descartado como sospechoso.

Quizá sólo fuera una chapuza, tal vez no hubiera pasado de mero chisporroteo, pero la densidad humana de la plaza resulta idónea para acunar neurosis, felizmente conjuradas.

Media ciudad duerme y la otra, sonámbula por el susto, respira aliviada, mientras las estaciones del metro repiten, como desde hace diez años, los mensajes relativos a los bultos sospechosos y la necesidad de denunciarlos ("Remember. If you see something, say something", reza una campaña cuya eficacia parece indiscutible).


๑۩۞۩๑๑۩۞۩๑๑۩۞۩๑๑۩۞۩๑๑۩۞۩๑


LAST

Sphere: Related Content
26/10/2008 free counters